viernes, 16 de mayo de 2008

Por qué no a los castigos

esto lo copio de la pagina: criarconelcorazon.org

Es un tema que me interesa mucho, porque continuamente me lo encuentro en las conversaciones, tanto con padres como con profesores.
Me gustaría que escribiésemos aquí por qué nuestra asociación apoya una educación sin castigos. Aquí van mis razones. ¿Me ayudais a completarlo?

1- Porque los castigos enseñan que la conciencia es algo externo, impuesta. Y yo creo que las razones para hacer el bien deben estar dentro de uno mismo. Así, minusvaloramos la capacidad de los niños de saber cumplir las normas y les hacemos perder la confianza en sí mismos.
2- Porque enseñan que se deben cumplir las normas para no recibir el castigo y no porque haya una razón en la propia norma. Por tanto, cuando desaparezca el castigo, desaparecerá el cumplimiento de la norma.
3- Porque es muy difícil ser justo con los castigos, porque no son iguales las situaciones.
4- Porque es muy difícil establecer límites en los castigos: a mayor delito, mayor castigo... ¿hasta dónde? Si siguen sin cumplir las normas, ¿qué vamos a hacer, matarlos?
5- Porque, una vez cumplido el castigo, la contricción desaparece. Ya no nos sentimos mal por haber errado, porque hemos pagado. Esto apaga la propia conciencia.

Situaciones donde me parece aceptable alguna forma de castigo:

1- Situaciones límite de peligro: quizás sea la única forma de pararlos. Esto se aplica sobre todo al colegio, donde hay muchos niños con un solo profesor.
2- Sufrir las consecuencias directas del error: es educativo porque enseña que nuestras acciones tienen consecuencias que nosotros mismos debemos resolver.
3- El malestar y enfado que produce una mala acción son legítimos y no hay porqué ocultarlos: también es un castigo.

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